En tiempos de incertidumbre laboral, muchas personas se plantean fórmulas para acceder a la prestación por desempleo cuando ya no desean continuar en su puesto de trabajo. Sin embargo, es importante saber que no todas las vías son legales. Un abogado en Palma de Mallorca puede orientarte si estás pensando en estas prácticas y ayudarte a conocer las consecuencias jurídicas de cada decisión.
En la práctica, existen dos situaciones distintas que generan muchas dudas: pactar un despido con la empresa para cobrar el paro o forzar un despido a través de determinados comportamientos. En ambos casos hay que conocer bien la normativa y los riesgos que conllevan. Aquí es donde la ayuda de un abogado laboralista en Palma de Mallorca resulta esencial para actuar con seguridad y evitar consecuencias graves.
¿Cómo tiene que ser el despido para cobrar paro?
En España, el trabajador que es despedido tiene derecho a solicitar la prestación por desempleo, siempre que cumpla con los requisitos de cotización. La normativa laboral prevé incluso que un despido disciplinario, aunque sea procedente, no impida cobrar el paro. Esto hace que algunas empresas y trabajadores pacten “despidos” con el único objetivo de que el trabajador pueda acceder al subsidio, simulando una causa inexistente.
¿El despido pactado es un fraude?
Sí. Pactar un despido con el empresario para cobrar el paro constituye un fraude a la Seguridad Social. Aunque pueda parecer una solución beneficiosa para ambas partes —el empresario no paga indemnización y el trabajador accede al paro—, si se detecta, las consecuencias legales pueden ser muy serias:
- Devolución de las prestaciones indebidamente cobradas.
- Multas económicas tanto para el trabajador como para la empresa.
- Posible responsabilidad penal por delito contra la Seguridad Social (artículo 307 del Código Penal).
- Pérdida de acceso a beneficios fiscales o subvenciones para la empresa durante varios años.
Forzar un despido improcedente
Otra práctica extendida es la de intentar provocar un despido improcedente mediante conductas deliberadas: bajo rendimiento, incumplimientos o desobediencia. En este caso, aunque no se trata de un fraude directo, sí es una estrategia arriesgada y poco recomendable. El trabajador puede terminar recibiendo un despido disciplinario procedente —sin indemnización— en lugar de uno improcedente. Esto supondría quedarse solo con el derecho al paro, pero sin compensación económica.
Consecuencias de pactar un despido para acceder al paro
La Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS), en su artículo 23.1 c), considera una infracción muy grave el hecho de facilitar datos falsos o colaborar con los trabajadores para obtener prestaciones indebidas. Esto incluye cualquier acuerdo entre empresa y empleado con el fin de simular un despido para cobrar el paro.
Por tanto, esta práctica no solo es ilegal, sino que está duramente sancionada. Las multas para la empresa pueden oscilar entre los 7.500 y los 225.000 euros, dependiendo de la gravedad y las circunstancias del caso. Pero las consecuencias no terminan ahí:
- Reclamación del SEPE: el Servicio Público de Empleo Estatal puede exigir la devolución íntegra de las prestaciones indebidamente percibidas, obligando al trabajador a reintegrar todo lo cobrado.
- Pérdida de beneficios fiscales y subvenciones: la empresa podría quedar inhabilitada para recibir ayudas, incentivos o bonificaciones durante un periodo de entre tres y seis años, según lo previsto en el artículo 307 del Código Penal.
- Sanción al trabajador: además de devolver lo percibido, el empleado puede ser sancionado con la suspensión temporal de su derecho a recibir futuras prestaciones económicas.
En definitiva, pactar un despido para acceder al paro supone exponerse a importantes sanciones administrativas y económicas, tanto para la empresa como para el trabajador, y puede generar graves consecuencias legales en el futuro.
La importancia del asesoramiento legal
Ante una situación de despido o la intención de dejar el empleo, lo más recomendable es acudir a un especialista en derecho laboral. Un abogado laboralista en Palma de Mallorca puede ayudarte a conocer las opciones legales reales: impugnar un despido injusto, reclamar cantidades pendientes o incluso solicitar la extinción de tu contrato con indemnización en casos justificados. Lo que nunca se recomienda es caer en prácticas fraudulentas que puedan dejarte en una situación mucho peor.
En definitiva, pactar o forzar un despido para cobrar el paro puede parecer una salida sencilla, pero conlleva riesgos legales y económicos muy altos. Actuar siempre con asesoramiento profesional es la clave para proteger tus derechos laborales y tu futuro económico.